Dictadura del Cuerpo

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Brazos de madera se alzan a través del cristal en el momento en que no hay más compañía que el suave sonido de aquel desafinado piano... tras tal apacible imagen bajo la luz grisácea se proclama la lívido animal, se concreta el deseo más incandescente y vuelan las fantasías más siniestras... la esclavitud bajo el yugo del mundo sensible se ve sustentada en la incondicional adicción al placer y articula la caída libre al mundo en donde sobre camas de espinas te alimentas de carbón y respiras ceniza...

Insectos baten sus alas sobre resecos cabellos, la tierra se mueve en baile errático, las manos se destrozan en cortes sagitales para reafirmar el gobierno de si mismo por sobre un demonio abstracto... no hay clara diferencia el uno del otro...