Triángulo

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He dirigido lo ojos en incontables oportunidades a los cielos, en busca quizás de algún tipo de orientación o consuelo, en busca de emplearlo como lienzo de un sin fin de sueños volátiles, en busca de encontrar un regazo protector símil al vientre materno para conjugar pensamientos con memorias de marco exiguo...

La luna y su luz pálida me recuerdan la última vez que bebí de tus labios... esa mirada cómplice e inocente a la vez... cabellos negros que vistieron tu rostro de tonalidades únicas... el golpe inaudible de las olas por no tener los píes sobre la tierra...

Al final de cada sueño la realidad arremete como una cascada de piedras, dando cabida a la simple revelación de que es arduo asimilar que el aroma de tus hombros ahora es solo una evocación lejana...

Ella me pregunta por qué lentamente me volví en la pálida imagen de mi mismo, y con vergüenza no sé qué responder... a veces edifiqué planes para salir de esa caja, y especulé las palabras adecuadas de aquella plegaria que me brindaría un poco de redención para hacerme las cosas mas simples...

Me hiciste creer en la mentira de que no hay perdón piadoso fuera de tus brazos, de que eres el ángel que da sentido a mis latidos y escucha mi respiración tan solo para saber lo que estoy pensando... pero aunque ahora te disfraces de cielo, no pediré volver a caer en el juego sin sentido del cual gustas tanto...

Busca nuevas maneras de divertirte... por mi parte disfruto de la pétrea frialdad que solo la soledad puede brindar, y veo luces en muros que no existen...