En el Camino

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Tratando de estar con la voluntad erguida, observar mis píes se ha vuelto habitual este último tiempo, al igual que el gastar calzado aplanando calles... sin percatarme de ello, los tonos violáceos reemplazan al crepúsculo que el sol dejo morir con su partida y rostros incontables de ánimas sin nombre son dejadas atrás en este sendero decorado por estáticas luciérnagas...

En ese oasis entre el cauce de colosos de metal y sombras de piedra, mientras el ceniciento cadáver del primer cigarrillo sirve de vida para el segundo, los brazos de gigantes de madera se muestran desnudos y acogedores al paso de la mirada vigilante de la luna, solo para revelar mi marcha cansina al encuentro de razones para no terminar la vida debajo de un puente...