Poner nuestra fe en algo que continúa hallándose fuera de ésta gélida estancia, nos permite creer nuevamente en las bondades de los Campos Eliseos... tras estos muros de grueso y vetusto adobe, se escuda el anhelo de retornar a las raíces de llanuras incólumes, solo para volver a crecer, y esconder la mirada con la expectativa de que al bajar las sienes se detendrá la cuenta regresiva para la llegada del bloque de la “no luz”...
En este primer final tu semblante sigue siendo fuerte y sereno... tal vez nos reencontremos cuando el vacío extienda sus ojos para darnos la bienvenida y decidamos orientar nuestras luces hacia las ultimas horas del conteo final...
Los sonidos del viento tocan nuestra piel insensible... y contemplo como la vida se consumió mucho más rápido de lo que alcanzamos a vivirla...
En este primer final tu semblante sigue siendo fuerte y sereno... tal vez nos reencontremos cuando el vacío extienda sus ojos para darnos la bienvenida y decidamos orientar nuestras luces hacia las ultimas horas del conteo final...
Los sonidos del viento tocan nuestra piel insensible... y contemplo como la vida se consumió mucho más rápido de lo que alcanzamos a vivirla...