Poner nuestra fe en algo que continúa hallándose fuera de ésta gélida estancia, nos permite creer nuevamente en las bondades de los Campos Eliseos... tras estos muros de grueso y vetusto adobe, se escuda el anhelo de retornar a las raíces de llanuras incólumes, solo para volver a crecer, y esconder la mirada con la expectativa de que al bajar las sienes se detendrá la cuenta regresiva para la llegada del bloque de la “no luz”...
En este primer final tu semblante sigue siendo fuerte y sereno... tal vez nos reencontremos cuando el vacío extienda sus ojos para darnos la bienvenida y decidamos orientar nuestras luces hacia las ultimas horas del conteo final...
Los sonidos del viento tocan nuestra piel insensible... y contemplo como la vida se consumió mucho más rápido de lo que alcanzamos a vivirla...
En este primer final tu semblante sigue siendo fuerte y sereno... tal vez nos reencontremos cuando el vacío extienda sus ojos para darnos la bienvenida y decidamos orientar nuestras luces hacia las ultimas horas del conteo final...
Los sonidos del viento tocan nuestra piel insensible... y contemplo como la vida se consumió mucho más rápido de lo que alcanzamos a vivirla...
3 comentarios:
la muerte, incognita, agonia, tristezas y la gran mayoria de sentimientos encontrados, con recuerdos que te revelan hechos que debiste haberlos hecho, que ironico, justo en la hora de tu muerte, en fin
buena entrada compadre....
saudos
Poner nuestra fe en algo que continúa (nótese el tilde) hallándose fue de nuestro alcance es inherente a nuestra condición de seres humanos. Como se dice, "la esperanza es lo último que se pierde". Y al final es lo que nos mantiene vivos... Ese débil rayo de esperanza que nos lleva a soñar con que las cosas van a cambiar, van a mejorar... De que vamos a encontrar esa razón para vivir, o para aferrarnos a la vida.
Por alguna razón, pareciera que si tenemos de esos momentos, son sólo fugaces, efímeros, se escurren entre nuestros dedos, como fina arena, dejándonos solos, con las manos vacías y angustiadas.
Y de repente en soñar, en tratar de contener lo incontenible, de retener lo que no puede ser retenido, se nos va la vida, se esfuma entre ilusiones, y esperanzas que no llegan a concretarse...
Quizás deberíamos ser más prácticos, y dejar de perseguir lo inalcanzable, para concentrarnos en lo concreto. Pero en ese caso, ni tus blogs, ni los míos existirían, y probablemente ni hablaríamos... Sería una lástima, ¿no lo crees?
Besos! :)
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