
Tu paso por este sitio tiene un propósito… Puede ir desde el deambular por la web en busca de algo que llame tu atención hasta, tal vez, poseer un interés genuino por leer el contenido de las líneas expuestas en este espacio. Sea cual fuere la razón, existe un motivo de fondo. Estás en libertad de continuar tu camino, o bien hacer una pausa y permanecer aquí un instante en tu andar por la vida.

El sol aparenta cumplir con la rutina que frecuenta día a día; una caminata como tantas otras que parecieron morir con la salida de un satélite diminuto, solo para propiciar el inicio de un nuevo ciclo.
El anaranjado crepúsculo da paso al nacimiento de siluetas oscuras, que se extienden hasta los pies que recorren una mezcla de tierra y asfalto por senderos familiares en un mundo lleno de pilas de huesos y manos corrompidas.
Por un momento estoy en medio del camino de enormes monstruos metálicos, cubierto por la sombra de gigantes de piedra. De improviso cae la noche; sin motivo aparente, las hojas caen mientras rostros inexpresivos se acercan por ambos lados para perderse tras mi punto ciego.
Es un trayecto redundante; esta vez sin compañía ni motivo aparente. Vuelvo al punto en donde tantas veces nos despedimos de forma inocente. No sé aún qué es lo que extraño, pero cuando lo descubra, prometo escribirlo para no olvidarlo.
