07:30

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7:30 de la mañana, un fragmento en el tiempo carente de significado trascendente en la actualidad, pero que ganó valor adicional cuando voluntariosamente se volvió la cuna del diálogo que sostuve con el Sol cada vez que decidió acercarse a mi ventana.

Cuando el particular semblante del Astro Rey se depositó sobre la superficie de mi guitarra, logrando que su piel tomase colores únicos que emularon un crepúsculo infinito y perfecto, me habló del ocaso del sombrío velo del cual nuevamente me he vuelto dueño, sentando las condiciones ideales para lograr un apretado y dulce sonido vintage mientras escolta mis ojos cerrados que gozan del sabor del café con crema...

2 comentarios:

RoD dijo...

Es increible como algunos pueden llegar a odiar al Sol y otros a amarlo.
Las manos del sol son infieles, acarician a todos por igual... pero el significado de ese cariño se lo da cada uno, tu guitarra agradeció con colores lo que el humano demuestra con sonrisas.

Me gustó volver a leerte, digamos que comenzaré a retomar estos rumbos.

Un abrazo

Magdalena dijo...

Uuh... hace tiempo que no me pasaba por acá a leerte... Es qe escribes tarde, mal y nunca... un poco como yo ahora... que tengo todas estas divagaciones almacenadas en mi alma y aún no las he volcado en el papel (o en este papel virtual) por falta de tiempo, por falta de ganas...
Ando medio autista... me da lata hablar con la gente ya... me da lata ver gente ya... por eso no me he conectado. Me gustaría hablar contigo... pero eso significaría conectarme y tener que VER que existe más gente. Y no quiero. Ya no quiero. Quiero vacaciones. Quiero quedarme en cama viendo tele, con el scaldasonno, por lo menos por una semana oorrida. Estoy A-GO-TA-DA.
Ah... y odio el sol. Las brujas y los vampiros preferimos la noche. También los gatos por lo que he oído. :P
Oye... y cuando vuelva a tener vida, te llamo para que nos juntemos y te vea, y no tenga que conectarme y ver que otra gente existe. La gente agota, sabes? Sí, creo que sabes.
Saludos a la Morocha, si sabes de ella... y a la Otra, esa que le gusta el sol. Ah, y a la polola... Y a ti también. Y al gato con botas... Ah, y a Charlotte... Y no se me ocurre a quien más... así que el resto... pues que se friegue...
Besos